A los pies
de la montaña que da nombre a esta singular sierra, el pico Espadán, se
encuentra una de las maravillas naturales de la misma, una cavidad de grandes
dimensiones con numerosas formaciones kársticas conocida como la cueva del
Estuco. El acceso hasta ella se realiza a través de la pista forestal que
separa los términos de Alcudia de Veo y Algímia de Almonacid, zona declarada
parque natural donde el rojo de la piedra de rodeno contrasta con la túpida
vegetación de alcornoques y pinos.
Presenta
dos bocas de pequeñas dimensiones, una situada en la bóveda, enrejada parcialmente,
y una lateral que da acceso a un reducido balcón desde donde se contempla la
sala principal. Esta gran galería, con más de 800 m2 , está presidida por
una gran formación estalagmítica de 14 metros de altura. Un techo elevado, adornado
con numerosas estalactitas de diferentes tonalidades, y paredes engalanadas por
las caprichosas formas de coladas y banderolas confieren una belleza natural a
este lugar que no hacen sino respaldar la leyenda de que habían sido “estucadas
por un genio extravagante”, de ahí el origen de su denominación.
En el fondo
de esta enorme sala, y oculta entre desprendimientos, se encuentra
una pequeña galería denominada la Sacristía con paredes blancas originadas por
los sedimentos que se adherían tras la acumulación y posterior filtración del
agua en épocas pasadas.
A la
llegada del mediodía, cuando el sol alcanza su posición más cenital respecto a
la boca superior, la cavidad se ilumina completamente ofreciendo un espectáculo
de increíble vistosidad.
A pesar de
la relativa accesibilidad de su boca lateral, hay que tener presente que no
está habilitada para visitas turísticas, será imprescindible utilizar casco e
iluminación, además de requerir una forma física aceptable y material de
aseguramiento para superar la rampa, de gran inclinación y suelo resbaladizo,
que se encuentra a escasos metros de la entrada.
Durante la
visita es fundamental respetar el interior de la cavidad, debemos conservar sus
formaciones pues son un rico patrimonio natural que merecen ser contemplados
por futuras generaciones, una foto siempre es un recuerdo más duradero. Por
otro lado, las cavidades son también refugio de fauna, nuestra visita no debe alterar
su hábitat.
Ante la
falta de experiencia siempre es mas recomendable contratar los servicios de un
guía profesional o bien participar en las jornadas de descubrimiento de espeleología
que organizan los clubs federados en esta modalidad deportiva. La empresa
Sargantana Aventura ofrece la posibilidad de visitar está cavidad accediendo
desde la boca superior descolgándose a través de un rápel de 20 metros de altura. Una
experiencia única monitorizada por guías titulados como Técnicos Deportivos en
Espeleología.
Artículo aparecido en la revista Castelló Turisme i Gastronomía
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