La Mancomunidad Espadán-Mijares está situada al suroeste de la provincia de Castellón, entre las comarcas del Alto Mijares y la Plana Baja, comprende parte del Parque Natural de la Sierra de Espadán y del río Mijares y debe su nombre a estos dos elementos geográficos. Los 15 municipios que forman esta entidad mantienen una arquitectura tradicional con un vasto patrimonio donde destacan castillos, fortalezas, iglesias y trincheras. Esta zona es una tierra de contrastes donde el rojo del rodeno, protagonista del Parque Natural, se funde con el gris de la caliza de las montañas del Mijares y acaba transformándose en un tono amarillento del suelo arcilloso a medida que nos acercamos a la vecina comarca de l’Alcalatén. Las condiciones climáticas, geológicas y edáficas, así como la riqueza florística y la acción humana sobre el medio han dado lugar también a una gran diversidad de formaciones vegetales: pinares, bosques de ribera, encinares y alcornocales. Estos y muchos otros en
Cuando pensamos en la práctica del barranquismo inevitablemente lo asociamos a épocas estivales donde las altas temperaturas invitan al baño. Sin embargo, a medida que esta práctica deportiva ha ido ganando adeptos, cada vez han sido más los osados aventureros que han desafiado al frío para disfrutar del descenso de barrancos en condiciones invernales. La severidad de dichas condiciones contrasta con la singular belleza que alberga las entrañas de la montaña durante estos episodios donde el mercurio mantiene valores negativos, contemplar una cascada completamente helada o admirar las caprichosas formas del agua cristalizada se convierte en una experiencia única. En algunas zonas del interior de Castellón podemos observar de forma puntual estos fenómenos tras la avenida de olas de frío, aunque no dejan de ser situaciones excepcionales, no obstante, lindando con el término de Cortes de Arenoso encontramos un barranco que por su morfología, orientación y altitud es más propenso